sábado, 27 de diciembre de 2014

Rol del educador diferencial...

La educación es sin duda, la herramienta más importante que contiene la sociedad, para ser capaces de lograr la igualdad que tanto hemos anhelado. Si bien es cierto, dentro de la educación existen muchos tipos de pedagogía, hay una que es fundamental según mi criterio para ser capaces de ser tolerante y aceptar la diversidad, la Educación diferencial.

Ser educador diferencial no es tarea fácil, todo lo contrario, debemos trabajar con niños, jóvenes y adultos que tendrán NEE (Necesidades educativas especiales), y para eso debemos ser capaces de contar con ciertas capacidades y actitudes frente a situaciones que se nos presentarán con ellos, durante toda nuestra vida como docentes. Sabiendo además que vivimos en una sociedad donde reina la diversidad, somos fuertes propulsores de mantener una integración dentro de la sociedad, como dice José Gimeno Sacristán en el libro “Dos conceptos de moda”:

“Necesitamos instituciones con el expreso fin de hacer posible el vivir juntos, para lo cual es necesario compartir ideas y valores, fomentar actitudes de apego y solidaridad hacia los otros, así como desarrollar la tolerancia ante lo que nos diferencia de ellos. Es preciso mantener ambos fines sin ahogar la diversidad compatible con ellos, al tiempo que se combaten las desigualdades entre los individuos para participar en la vida y en el aprovechamiento de los bienes que nos hacen mejores. Hemos de buscar igualdad en lo que es esencial para el ser humano, al tiempo que se estimula su individualidad expresiva y creadora.”

(José Gimeno Sacristán en el libro “Dos conceptos de moda”)

Primero que nada debemos tener dos puntos fundamentales a considerar para tratar con nuestros alumnos. Uno de los aspectos principales que tenemos que considerar para desempeñarnos frente al aula, son los aprendizajes previos. No podemos ejercer una determinada materia frente a nuestros estudiantes, sin considerar el conocimiento que traer previamente. Yo no puedo pasar un contenido sin siquiera saber si mis alumnados están todos con el mismo conocimiento, debo hacerme responsable de conocer esa parte de su vida estudiantil y académica.

Lo segundo es considerar por supuesto el contexto en el que viven. Tengo que saber con mucho detalle el ámbito social y familiar en el que mis alumnos se encuentran, para así poder aplicarles los contenidos acordes a cómo viven ellos, y que no se sientan incómodos dentro de la sala de clases.


Ahora el educador diferencial tiene muchos roles que cumplir tanto en la sociedad como en la familia, uno de estos es enseñar a las personas que presentan necesidades educativas especiales, generar conocimientos pedagógicos y psicopedagógicos, comprender el sistema educacional para ejecutar acciones profesionales que mejore en forma permanente los procesos de enseñanza y aprendizaje para todos los educandos. Asimismo, debe poseer compromiso ético con su rol de educador, motivación por la calidad y responsabilidad ante las demandas educativas individuales, familiares, sociales y culturales. El nuevo rol del Educador Diferencial como profesional de la Educación, es ampliar el campo de acción, permitiéndonos integrar en la escuela común a niños con características diferentes.

Para poder lograr una mejor enseñanza, es necesario estar constantemente estimulándolos y que mejor que mediante la didáctica. El hecho de crear una clase con dinámica, hace que nuestros alumnos reaccionen a sus estímulos y de esta misma manera aprendan acorde a lo que a ellos les gusta y les interesa (buscar siempre los intereses personales de ellos y llevarlos a la práctica con los contenidos). Como dice Delors Jacques en su libro “Los cuatro pilares de la Educación”:


En cuanto a medio, consiste para cada persona en aprender a comprender el mundo que la rodea, al menos suficientemente para vivir con dignidad, desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los demás. Como fin, su justificación es el placer de comprender, conocer, de descubrir.”

(Delors Jacques  (1994): “Los cuatro pilares de la educación” en La educación encierra un tesoro. El Correo de la UNESCO.)


Otra característica que debe tener un educador diferencial es la humildad. Como nos dice Paulo Freire en su libro “Cartas a quien pretende enseñar”:


“La humildad nos ayuda a reconocer esta sentencia obvia: nadie lo sabe todo, nadie lo ignora todo. Todos sabemos algo, todos ignoramos algo. Sin humildad, difícilmente escucharemos a alguien al que consideramos demasiado alejado de nuestro nivel de competencia. Pero la humildad que nos hace escuchar a aquel considerado como menos competente que nosotros no es un acto de condescendencia de nuestra parte o un comportamiento de quien paga una promesa hecha con fervor”

(Paulo Freire, “Cartas a quien pretende enseñar”, editorial Siglo veintiuno editores Argentina s. a carta número 3)


Sin duda la humildad es una característica esencial en un educador, y sobre todo en uno diferencial. No podemos somos seres humanos, todos cometemos errores, pero JAMÁS debemos intentar creernos más que otro, o dar a conocer características personales que pasen a llevar al resto.

Otra característica importante que debe tener un educador diferencial, es la amorosidad. Tenemos que ser amables con nuestros alumnos, les tenemos que transmitir a ellos que amamos lo que hacemos a pesar de todos los prejuicios que se tiene acerca de nuestra carrera. Una carrera hermosa debe ser recompensada y trabajada con la amorosidad, definida por Paulo Freire como:


“Amorosidad no sólo para los alumnos sino para el propio proceso de enseñar. Debo confesar, sin ninguna duda, que no creo que sin una especie de "amor armado", como diría el poeta Tiago de Melo, la educadora o el educador puedan sobrevivir a las negatividades de su quehacer. Las injusticias, la indiferencia del poder público, expresadas en la desvergüenza de los salarios, en el arbitrio con que son castigadas las maestras y no tías que se rebelan y participan en manifestaciones de protesta a través de su sindicato —pero a pesar de esto continúan entregándose a su trabajo con los alumnos.”

(Paulo Freire, “Cartas a quien pretende enseñar”, editorial Siglo veintiuno editores Argentina s. a carta número 3)




Ahora otro de los roles que debe desempeñar un educador diferencial es intentar (si es que no es en su mayoría) mantener una buena relación con la familia de sus educandos. Apoyándolos y respaldándolos para que puedan acompañar a sus hijos en el mejoramiento de los aprendizajes de la mejor forma posible. Fortalecer la formación personal de los padres en relación a su rol paterno. La familia es uno de los papeles fundamentales para el desarrollo educacional del niño, y que mejor que complementarlo con un profesional de esta área y de la educación.

El educador diferencial no solamente se encarga de llegar a una sala de clases y hacer acto de presencia en ella. Es mucho más que eso, se preocupa de las investigaciones de las distintas fortalezas y debilidades de sus educandos, realizando adaptaciones curriculares y facilitando distintos tipos de materiales a los demás docentes, mejorar el aprendizaje, al igual que evalúa psicopedagógicamente a los alumnos y les brinda los apoyos necesarios dependiendo de sus distintas capacidades y barreras en el aprendizaje para que así sean capaces de integrarse de la mejor forma posible a la sociedad con las mejores capacidades que han obtenido a lo largo de su vida escolar.













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